miércoles, 2 de noviembre de 2011

Owen Jones y la Alhambra

Owen Jones y la Alhambra

Owen Jones (1809-1874) fue uno de los protagonistas centrales de los grandes debates estéticos acontecidos durante la segunda mitad del siglo XIX, reflejo de las incertidumbres que producía el advenimiento de la era de la máquina. De otra parte, la Alhambra ocupó, como es sabido, un papel fundamental en la cultura artística y arquitectónica a lo largo del siglo XIX, provocando dos de los procesos de reflexión crítica más interesantes en el mundo de las artes plásticas. Uno de ellos, el representado por la construcción cultural que, de los palacios nazaríes, elabora la literatura y el imaginario romántico, y el otro proceso partió de la mirada analítica de los arquitectos Owen Jones y Jules Goury, plasmada en sus estudios dedicados a laAlhambra como sistema decorativo de referencia.
Jones, junto con el francés  Goury se encontraron en Atenas donde debatieron in situ a propósito del color en la arquitectura griega. Desde allí partieron hacia Granada donde tendría lugar su decisivo encuentro con la Alhambra, en marzo de 1834.  Pronto comenzaron el análisis del repertorio decorativo nazarí del que no podían aún sospechar las repercusiones posteriores de su nuevo modo de acercarse al monumento árabe. Sus seis meses de febril estudio, con la realización de cientos de dibujos, calcos y moldes -y trágicamente marcados al final por la muerte de Goury, víctima de la epidemia de cólera que asoló la ciudad, llevaron a Jones a la convicción de que en la Alhambra se encontraba oculto el paradigma modélico del más perfecto sistema ornamental y cromático de cuantos estilos históricos habían existido y del que, sin caer en la mera imitación, podían extraerse normas universales útiles también para los arquitectos contemporáneos.
Tras su regreso a Londres, con un segundo viaje a Granada en 1837, Jones simultaneó su actividad profesional con la preparación del libro que había de mostrar estos descubrimientos. Fruto de dicho trabajo fue la publicación, en 1842 y 1845, de los dos volúmenes de Plans, Elevations, Sections and Details of the Alhambra, obra clave de un nuevo tipo de orientalismo que convirtió a la Alhambra en uno de los máximos referentes del debate arquitectónico del siglo XIX.
Algo más tarde, en 1856 Jones dio el siguiente paso: condensar su experiencia en un verdadero tratado de decoración, The Grammar of Ornament, donde trataba de sintetizar en una “gramática estilística” los principios científicos de la ornamentación. Esta obra fue libro de cabecera en numerosas escuelas de arquitectura y diseño europeas para numerosas generaciones de arquitectos y artistas.
Para el Patronato de la Alhambra y el Generalife constituye una enorme satisfacción dedicar esta publicación al estudio de la fascinación de Owen Jones por la Alhambra, en la que halló su constante aspiración a integrar el legado islámico en la cultura contemporánea, un objetivo que persiguió en toda su prolongada actividad como arquitecto y decorador. También se ha pretendido mostrar la amplia influencia que la obra y las teorías de Jones ejercieron sobre sus contemporáneos en ámbitos como la decoración arquitectónica y, muy especialmente el diseño, que hicieron del estilo “alhambresco” uno de los historicismos orientalizantes más difundidos del siglo XIX y parte del XX. 
Mención especial merece el trabajo desarrollado por el coordinador de la publicación Juan Calatrava, de cuya amplia dedicación al estudio de la Historia de la Arquitectura este libro es buena muestra. A los autores igualmente cabe reconocerles el mérito de descubrirnos diferentes facetas de Jones y sus consecuencias. Así, Rémi Labrusse nos descubre una realidad cada vez más evidente, la incuestionable sugestión de Oriente. Mariam Rosser-Owen y Abraham Thomas perfilan aspectos como el coleccionismo de objetos relacionados con la Alhambra por parte del arquitecto inglés y la influencia de sus trabajos en otros diseñadores británicos del siglo XIX.
Esta publicación sirve también para reconocer el importante legado cultural que el arquitecto inglés contribuyó a crear como medio de difusión de los valores culturales que atesora la antigua ciudad-palacio de los reyes nazaríes.

María del Mar Villafranca, directora general del Patronato de Alhambra y Generalife.

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